Leer Nehemías Capitulo 1:1-11
Quise reflexionar hoy en el primer Capitulo del libro de Nehemías porque creo que también nosotros somos un pueblo necesitado de acudir a Dios por las necesidades que tenemos. Nehemías se encuentra lejos de su pueblo natal y recibio un reporte no muy agradable de parte de su hermano. Nehemias se pone muy triste al hacer propio el dolor del pueblo que asido destruido y a causa de la destrucción, el pueblo se encuentra en depresión.
Quisiera enfocarme un poquito en la reacción que tomo Nehemías al escuchar que su gente estaba en crisis y cuales fueron sus reacciones. Primero que nada, el texto nos dice que el lloro y hizo duelo por algunos días, ayuno, y oro. Esta fue la actitud de Nehemías.
Que podemos aprender de Nehemías? Primero que nada aprendemos que antes de cualquier acción o decisión que tomemos debemos orar. Esta es la actitud que nos llevara a poder tener éxito en nuestros propósitos. Nehemías estaba enfrentando un reto muy grande y debía ponerse a orar para poder lograr esa meta que quería alcanzar, que era sacar al pueblo de esa actitud de depresión.
Pensemos un poquito en la acción de Nehemías. Positivamente el oro y apelo a Dios por los pecados del pueblo. Apelo a Dios haciéndose responsable de los pecados de todo el pueblo. No dijo ellos han desobedecido a Dios. El dijo hemos desobedecido a Dios y tenemos que rectificar lo que hemos hecho. Nehemías tomo una actitud de conjunto, de unidad. Ese es el ejemplo que debemos seguir.
Por nuestra experiencia y dedicación a la oración sabemos que Dios escucha nuestra oración. Pongamos nuestros deseos ante Dios y el los escuchara. Debemos nosotros abrir nuestro corazón a Dios. El nos conoce bien y nos entenderá. Tengamos precaución de no abrir nuestros corazones a los Hombres dice san Agustín porque ellos no entenderán los pensamientos del corazón, pero en cambio Dios si los entenderá.
Cuando los deseos de nuestro corazón son la oración, nuestras actitudes y acciones hacia los demás serán el fruto de lo que sale de nuestra oración. San Pablo dice que debemos orar constantemente. Pero sabemos que eso no es posible por nuestros compromisos diarios. Pero dice San Agustín que hay otra forma de oración que es muy eficaz, y es la oración del corazón. Si nuestros deseos son cumplir la voluntad de Dios y nuestros pensamientos se centran alrededor de Dios. Entonces estaremos rezando todo el tiempo porque todos nuestros deseos están enfocados en Dios.
Nehemías oro mucho y se preparo antes de tomar decisiones. Nosotros también debemos prepararnos para recibir a Dios en nuestros corazónes. Hagamos el esfuerzo de ser incluidos en la lista de las buenas obras de Dios este año y pensemos en ayudar a nuestras comunidades a crecer. El reunirnos ya es ganar puntos con Dios. Ya estamos participando en la oración con humildad.
Para concluir con esta reflexión me gustaria terminar con las palabras que leí hace unos días de Henri Ford. El decía que “Reunirnos es un buen comienzo, mantenernos es progresar, pensar juntos es unidad, y trabajar juntos es triunfar”.
Que nuestras metas y objetivos sean triunfar. Nuestra comunidad necesita de buenos obradores. Sigamos adelante con un espíritu de entusiasmo!
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